La
trascendencia temporal y la música:
Todos conocemos de paradigmas. Todos sabemos que los
tiempos cambian, que las barreras culturales, sociales y hasta políticas, son
flexibles y cambiantes.
El arte es permeable a las influencias externas, se
moldea rápidamente a las nuevas situaciones, pero no es un recurso pasivo,
muchas veces se convierte en vector diferencial de un nuevo movimiento, impulsándolo,
creándolo, haciendo que trascienda.
El rock, que es el género que nos ocupa, se ha visto
como vehículo paradójico desde hace décadas.
En los sesenta, el activismo Hippie logro convertir al rock and roll en
el estandarte de una generación que estaba en contra de las estructuras
sociales impuestas por sus mayores. Las guerras, las ataduras, una sociedad
desconforme y oprimida elevo al rock “fiestero” en una bandera de liberación.
Desde Elvis y los Beatles del “Love me do” hasta Hendrix.
Los ácidos, la liberación y el libertinaje, crearon
en la música un nuevo código de experimentación. El acid rock, el rock progresivo, la mezcla extraña de
elementos sonoros y rítmicos importados de diferentes estilos musicales, tan
alejados de los cuatro compases del rock, las piezas de larga duración, el
alejamiento del blues por una estructura más liberal, son definitivamente hijos
de la experimentación, y de la libertad que el Hipismo proponía.
Por último, no podemos dejar pasar la mencionar el
Surf rock. Hijo natural de la parafernalia Beatle, con toques de playa, y un
poco de sensibilidad Presley.
No se dan una idea de la cantidad de edits de la tapa de Dark Side of the moon que existen. Es alevoso, dejen descanzar al photoshop. de onda. |
En los setenta se nos plantea otro paradigma
diferente, critico. Una sociedad de reconstrucción, una juventud que debe
reconstruir con sus manos la destrucción de la segunda guerra mundial. Una juventud más golpeada nos definiría en
esta época.
El Heavy metal encuentra su surgimiento, en manos de
un accidente laboral. Pero eso sería simplista. Las historias terroríficas? Eso
lo ha dicho Ozzy, surgieron para ser “terroríficos”. Pero el sonido, el sonido
y su penetración es otra historia.
El heavy metal marco una costumbre de amenaza. No era de “chico malo” sino de devastación, y
esa podría ser nuestra palabra definitoria del Heavy de esa época. Una sociedad
devastada.
La epopeya de Sabbath y Purple (aunque más cercanos
al rock que al incipiente metal) han sido figuras definitorias de un estilo que
ronda entre lo oscuro y lo místico, en donde la guitarra trasciende al gruñido
bestial.
Los muchachos de Led Zeppelin, padres del buen rock, acusados de ser influyentes en el Heavy Metal. |
Mientras tanto, grandes bandas progresivas aun se
encontraban en pleno apogeo. Led Zeppelin,
hijo del blues británico, tomo formas variables, coqueteando con el hard rock,
el metal, ritmos hindúes, progresiones únicas, Led Zeppelin fue grande entre
los grandes.
Cuando el rock se vio rodeado de pomposidad y mañas,
cuando ya era una obra de arte sinfónica más que una canción compacta, surge de
los músicos de garaje una nueva evolución. E l Punk.
El Punk era un movimiento simple, impactante, si el
rock era la demostración individual, entonces el punk era el sentimiento
colectivo. Una juventud sin futuro que
se presentaba en total oposición a
cuanto modelo se haya impuesto. Anarquía, autodestrucción, y un sonido de 3
acordes repetidos constantemente.
Mientras que el metal tomaba sonidos de acordes de
quinta para lograr su sonido característico, el punk procedía al retorno de los
acordes de triadas mayores y menores. Se tocaba rápido, incesante, y hasta sin
sentido, después de todo, eso mismo es la sociedad.
El movimiento punk alcanzo gran notoriedad. Los
golpes trágicos del rock fueron en la época apropiada para hacer que esa
bandera se izara alto. La desvinculación de Ozzy de Black Sabbath, la muerte de
John Bonham y la posterior desaparición de Led Zeppelin, las crisis Floyd. El
rock británico se perdía de sus exponentes más selectos, y el punk aprovecho
venturoso el aire fresco, con líderes como The Ramones, Sex Pistols, Clash,
etc.
El punk salvaje en sus buenas epocas, Pobre Billie, el solo queria ser popular. |
Los ochenta demuestran dos movimientos que corren en
paralelo, pero que al mismo tiempo se abrazan mutuamente.
Por un lado, el Glam Rock, un género que nace del
hard rock blusero, con algunos pincelazos del heavy Deep Purple, o quizás, un
poco de Zeppelin, Sabbath, Hendrix, y hasta un poco de punk. Alentados por
“las banda sonrisas” como Van Halen, el género crecería durante
prácticamente toda la década, mostrando a exponentes como Motley Crue, Poison,
W.A.S.P., Twisted Sisters, L.A. Guns,
los Guns N’Roses, Bon Jovi, Strypher, Loudness, y una larga lista de etcéteras.
Este Glam metal, fue el éxito de una época
libertina, en donde sus exponentes Vivian los desenfrenos del rockstar. Una
imagen desfachatada, rodeada de drogas, alcohol, desenfreno, desafío y hasta disidía,
coincidía con el pensamiento de Estados Unidos en pleno ochentas. Una auge
económico, una desesperación consumista, un intento de libertinaje consumista.
Por otro, en Europa, el Heavy Metal volvía a nacer,
en manos de aquellos jóvenes inspirados por la leyenda. Sabbath recurría a
Ronnie James Dio (ex frontman de Ritchie Blackmore en Rainbow), y jóvenes
bandas tomaban el liderazgo. Judas Priest. Iron Maiden, Saxon y Motorhead son
solo algunos de los nombres más populares que este nuevo movimiento musical nos
entrego. Fusionaban el sonido de Sabbath con algunas tendencias del punk.
Tocaban rápido, tocaban bien, eran agudos y potentes. Este nuevo giro musical,
seria conocido como la New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM), en una clara
contraposición a los punks, y su “New Wave of punk rock”.
A fines de los ochenta, volvió el sacudón. Mientras
las bandas Glam pasaba a morir en su propio peso de maquillaje, y el new wave
ganaba posiciones de prestigio con su sonido de sintetizadores y pop banal, el
rock recibió otro golpe. El Trash.
El trash era forajido, salvaje, violento. Quería
tocar más rápido y más fuerte que nadie. Querían gritar que el mundo es una
mierda y querían acomodar las ideas a guitarrazos. La estridencia en un mundo
de idiotas calmados.
Los cuatro grandes del trash, Metallica, Megadeth,
Anthrax y Slayer, junto a Testament, y varios actos europeos, que tomaron ese
sonido gracias a inspiraciones del NWOBHM, crearon la escena en donde los
golpes graves eran la costumbre.
En Europa no solamente nació el trash, de la mano
del NWOBHM, sino también retomaron la idea del Guitar Virtuosso. Comenzaba un
movimiento fantasioso, de mano de Helloween, a su vez se sumaba Malmsteen con
el metal inspirado en melodías de los compositores clásicos (Bethoveen, Chopin,
Wagner, Mozart, por mencionar algunos) crearon un nuevo metal, poderoso,
heroico, fantástico y pesado. Los inicios del Power Metal se remontan a estas
épocas.
Pero eso no es todo. El pop había trascendido, tenía
sus héroes, tenía su propia pretensión de superioridad. Y con la new wave logro
lo que nunca más podría hacer, tener una individualidad propia, heredada de las
épocas progresistas, de la
diferencializacion con el punk y el hard rock, algo más pop art.
David Bowie, el rey glam, es quizas de los menos reconocidos, injustamente, en la movida del rock glam. |
Pero no serian los únicos cambios de pertinencia. El
progresivismo volvió de a poco, en las sabias manos de Genesis, de Rush, ahora
bajo el título de “Rock Alternativo”. El Rithm & Blues de los setenta,
evolucionaría en términos más rítmicos aun, de la mano del Funk, el Soul, el
pop rítmico de Michael Jackson y la era Motown. El ska también nace en esa
época, de las manos de Madness.
Los noventa nos encontraría separados y
abandonados. El grunge tomaría el
control de la escena rockera, convinando las aspiraciones y la simpleza punk,
con una animosidad entre depresiva y furiosa. Herederos de los Pixies y de
varios actos punk mas alternativos, lograron trascender por la mezcla de
acordes “poderosos” (el acorde de quinta, sin terceras, tan característico del
metal) con el discurso depresivo y furioso de una juventud cansada, cansada del
mundo.
Pero el grunge fue pasajero como modo de ser. La
muerte de Kurt Cobain fue el momento del cambio, y sus herederos, a pesar de
ser talentosos (Soundgarden y Pearl Jam, por mencionar algunos) fueron hábiles,
pero no llegaron a impactar y meterse de la manera que Nirvana lo logro.
En los noventa el pop logro una masificación interesante,
nace el pop rock, un pop guitarrero, alejado ya de los deseos de la new wave.
En el punk pasa algo similar, nace el pop punk, de mano de Green Day, Blink
182, y varios exponentes más; un punk de sonido fuerte, pero ya alejado de las
quejas sociales, de lo malo de la vida, para ser más normales.
En el metal se dio un crecimiento exponencial. Un panteón
de subgéneros que tomarían elementos varios y los harían crecer aun mas.
La expansión del trash metal, el surgimiento del
Death, del Black, del Doom, Nu, Brutal, Power,
shredders, etc. Una impronta de metaleros dispuestos a ser diferentes a
todos.
En el punk se termina de consolidar otro movimiento,
el Hardcore, un punk más salvaje, que toma elementos del heavy metal, y
exageran su naturaleza contestataria. Si el punk era suave, era pop, alguien tenía
que volver a hacer quilombo, y su naturaleza distorsiva los devolvió a su eje.
Hete aqui lo imposible, una cara de Kurt Cobain (o alguien parecido) sin tener una cara maniacodepresiva. Soy un dios. |
Pero eso no es todo. En Gran Bretaña, la cuna del rock, nace el
Brit Rock, una amalgama de rock alternativo con acento ingles y condiciones más
planas y tranquilas. Un rock de personas, podríamos decir.
La alternativilidad musical, y los cambios sonoros
repercutieron en un pensamiento social que se tornaría de a poco, en un
criterio más individualista. La división panorámica de la música, como si de un
corte trasversal para observar el cerebro de los músicos, denota un tímido
reflejo de una necesidad de diferenciación.
Sería difícil pensar que en estas épocas, surja un
Led Zeppelin o un Purple, y si surgiera un Sabbath, sería una bestia asesina y sádica,
de lo más oscura y retorcida. El nuevo milenio nos encuentra exagerando las
formas. El hardcore se dividió en base a sus orígenes casi filosóficos (metalcore,
deathcore, grindcore) y a su vez se dividirían más aun. En nuevo milenio nos
encuentra con una consolidación de la música electrónica, en donde el ritmo lo
es todo (el dubstep podría ser la contraposición con las melodías pomposas de
los Supertramp, los Alan Parsons, los Emerson Lake and Palmer). Y la música creció,
se hizo una industria masiva, y el nuevo paradigma, casi industrial nació. Una música
producida de manera masiva, para conseguir hits, ventas masivas.
Pero eso, es otra historia.
Clinica
Musical I: By Herzog.
0 comentarios:
Publicar un comentario