Hoy, tenemos un tema sensible… tan
sensible, que muchos ya sienten cosquillitas de aquellas, de solo pensarlo.
Si, estamos en otra entrega de “Historia
de la Histeria” , su sección favorita… tan favorita que se la recomiendan a la
gente, para que la lea.. y después, esa gente se pone en tímida, y no responde
en el blog… no es que me alimente el ego… pero esta bueno entrar, y ver que
alguien comento lo que pusiste…
También estaría bueno que escribiera
sin faltas de ortografía, que revise lo que escribo, y que sea más original y
gracioso, que para eso me pagan…
Sí, claro… me pagan… justamente… hasta
los de google se niegan a tener el adsense, porque no quieren auspiciar paginas
de descargas.
Por suerte, puedo subsistir a base de
ventas casi fraudulentas de mi libro, en proyecto de Best Seller , en el Barrio
Parque Dunamar… el “Del cosito, al coso, el relato fantástico de un tejido
esponjoso que pasa a ser un palo a la sociedad”
En fin, comencemos de una vez este
tema…
Vivo en Claromeco, lugar turístico, en detrimento
de lo turístico, aunque cada vez, sea menos turístico…
Aun así, me ha dado una gran ventaja, que es la de
comparar los estilos y pensamientos de las gentes ajenas a nuestra manera de
ver la vida… que es un tanto albañilera, pescadora de insatisfacciones, y con
una gran afición a las prostitutas baratas.
Uno
esta acostumbrado a ver las cosas de algunas maneras, pero en ese punto en
especifico, en el que el verano arrecia… el calor, las hormonas, el descontrol,
el relajo… uno ve ciertas cosas, y se da cuenta… pucha, estamos atrasados…
Por
ejemplo, he tenido el honor de contemplar a un hombre comprar dos melones… nunca
vi a un sujeto realizar una compra tan sencilla, de una manera tan complaciente…
se encontraba firme, duro… casi rigido, sosteniendo en cada mano, uno de estos
frutos ya mencionados… que cara de satisfacción que tenia ese cristiano,
señoras y señores... incluso se le asomaba una vena por la frente… mientras los
ojos devoraban estos dulces productos de la tierra, con una lascivia jamás descriptible
en una fruta.
Una
concentración digna de los monjes mas virtuosos, tenia este sujeto, cuando
sopesaba ambos melones, ya con una mirada mas bien ida… como soñando… en fin…
uno puede encontrar cosas muy curiosas por ahí…
Luego,
nos acercamos a un tópico mas discreto… porque las mujeres suelen ser mas
discretas a la hora de demostrar su lascivia por las verdulerías… (aceptemoslo,
la verdulería es un ámbito tan masculino como la carnicería y la gomeria)… que
es…. La compra de la frutilla… o cerezas…. Las mujeres mas desacatadas,
prefieren la compra del platano… pero eso es por una mera exclamación de sus
gustos… para demostrar que asi es como quieren ser, pero la que compra la
frutilla, uno sabe que la que compra la frutilla quiere jugar… no solamente
tratar ciertos asuntos… quiere disfrutarlos, etc… Y NI LES DIGO LA CEREZA…. Las
que compran cereza, es mejor que carguen con alguna cosa para improvisar…
porque son degeneraditas por exelencia.
Mas
de una vez, tuve una consulta al respecto… de por que carajos, es que no encontré
nunca en este agujero del infierno…. CREMA EN AEROSOL… picarones, ya saben de
lo que hablo… pero es posta, es una de las delicias mas grandes del mundo… y
son ignorados, y nos damos cuenta de la razón, por la que este pueblo es tan
frustrado..
PORQUE
NO TIENEN CREMA EN AEROSOL…
Etc.
La
gente aca cumple con las necesidades básicas… y solo eso, no se preocupan
demasiado de si mismos, en el proceso…
O
sea, aca hay un delivery de pizzas? No…
POSTA,
NO HAY UNA PIZZERIA DECENTE!
Por
lo que “La pizzería del pelado de Brazzers” es un mito para nosotros…
Tenemos
playa… pero con unas piedras dignas de los escombros de la roca movediza de
Tandil… que llego acá, gracias a los movimientos poblacionales, de los
esquimales, obviamente.
Asique,
el tener un rato de intimidad, en la playa… en diciembre, es un tema… en enero
es disfrutable (si, disfrutable, sufran la terminología!)… en febrero, esta
fresquito, pero nadie dijo que para pasar un momento de intimidad, hay que
estar en bolas… manga de depravados!
Si
tenemos suerte… cosa más que difícil, podemos ir al vivero, ver la naturaleza…
comerse unos GIGANTESCOS ABROJOS APUÑALADORES… y después, darte cuenta, que después
de las diez, parece la entrada al infierno… y TE COMES EL AMAGUEEEEE!!!
Ni
les tengo que decir que es lo que pasa si en un acto de bondad, radicas tu insistencia
en la residencia personal… y los vecinos lo percatan...
Porque
son frustrados… entonces, van a poner todo al taco… y hacer comentarios onda “esto
con el general no pasaba!”
Y
uno, hasta las manos, tomando mate, y diciendo “el recital de Laraku es genial,
fíjate lo zarpado que es Hyde… es del 2006, posta”.
Pero
nadie te cree..
Y
en el sumo caso, de que la habilidad, la suerte… lo que sea, se te imponga… entonces,
te vas a dar cuenta aun mas… de que vivís en un pueblo liderado por frustrados
sexuales…
Y
QUE LA GENTE FRUSTRADA ES UN GRAN PROBLEMA!
Dicho
esto, cierro el capítulo de hoy, recomendándoles, que vayan a la verdulería en
persona… no saben lo que suele ver ahí…
Ah…
y la gente que compra manzanas, es porque les gusta morder demasiado…
Me resultarìa interesante saber en que tipo de clasificaciòn entra una persona que compra alcachofas, rabanitos mango y maracuyà.
ResponderEliminarGente de gustos exoticos... definitivamente
EliminarAunque, el hecho de comprarlos con actitud lasciva, es lo que cuenta... (?)
Es que las personas gourmet compramos con actitud lasciva... pero por el solo hecho de saber que lo que se està comprando va a producir un placer sensorial/corporal inigualable.
EliminarJajajajajajajajajajjajajajaj
EliminarMe mato lo de "Persona Gourmet"... no se porque me imagine a un tipo con gorro de chef, todo peludo, guiñando un ojo al verdulero, y diciendo "dame higo, papa"
Dame rucula baby... te odio, imagen mental traumante.
EliminarHaciendo pose y con un puchito en la comisura de los labios...
ResponderEliminarDame un poquito de aquello que tenes ahi... si, de la rucula (?)